top of page

Newsletter #2 – 5 enfoques sobre el cambio climático (9 Noviembre 2022)




Esta semana se celebra en Egipto, a las orillas del Mar Rojo, en Sharm el Sheij, la cumbre anual del clima de Naciones Unidas, la COP27 (y ya van 27). Esta gran cita tiene lugar en un enclave de dudoso compromiso (En Egipto hay, presuntamente, más de 60.000 presos políticos además de ser un gran productor y exportador de combustibles fósiles) y en un año clave, el 2022, el año de las evidencias palpables, de las consecuencias patentes, de las vivencias en carnes, el año en el que los ciudadanos de a pie hemos comprobado empíricamente que estamos a las puertas de un cambio (climático) de dimensiones inciertas.


El cambio climático ha revoloteado siempre alrededor de la controversia, polarizando la sociedad entre creyentes y no creyentes. Una controversia tal vez generada por nuestra naturaleza cortoplacista, el miedo a la destrucción creativa o el entumecimiento psicológico ante lo que se antoja vasto. Hoy, ambos polos del imán reconocen una evidencia imposible de negar: Se ha pasado, en cuestión de medio siglo, del activismo ecologista de unos pocos a la sostenibilidad corporativa de muchos. (Casi) todo el mundo está en la misma sintonía, dejar un lugar no tan malo a las generaciones futuras, un mundo no tan malo donde sigamos creando negocios, empleo, progreso y bienestar.


El acuerdo de Paris (COP21), en 2015, unió a 197 países en aras de un objetivo común: esforzarse para contener el aumento de las temperaturas a 1.5 grados Celsius. La cumbre pasada en Glasgow (COP26), se acordó que, para cumplir este objetivo, era necesario disminuir las emisiones de gas de efecto invernadero en un 45% para el año 2030. Sin embargo, hoy, las emisiones aumentan. La Organización Meteorológica Mundial advierte que, en 2022, estamos 1.15 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales (1850-1990). Mientras tanto la subida del nivel del mar se acelera, el deshielo de los glaciares europeos bate récords y los fenómenos meteorológicos extremos causan devastación, no solo en el medio ambiente, sino también en nuestra integridad y salud física y mental.


Sin embargo el cambio climático sigue generando controversia… Pero ¿por qué continua la polarización? En greenme creemos que ya no es una cuestión de creer o no creer, sino del “approach” con el que se trata de enfrentar (o esquivar) este problema universal. Hemos identificado los siguientes enfoques:


En contra


  • Approach Geopolítico. Las autocracias están interesadas en generar riqueza barata (a través de combustibles fósiles) para para tener contentas a las masas (sobre todo en tiempos de crisis) y garantizar la estabilidad de su régimen, esto genera una polarización en gran parte de la población mundial, ya sea atrapada en la propaganda o en la represión (en países autoritarios), o en el pesimismo occidental de creer que es un problema de difícil solución.

  • Approach Norte-Sur. Los países en vías de desarrollo necesitan combustibles fósiles para crecer, son incapaces de asumir los costes de la transición energética, por eso piden ayudas económicas (tanto a gobiernos de países desarrollados como a las empresas) para afrontar el cambio y por eso el mercado de créditos de carbono (proyectos para cancelar la huella de carbono de tu negocio, por ejemplo), en su inmensa mayoría, se encuentran en estos países. Hay muchas personas, incluso gobiernos, en un lado y otro, que piensan que estas ayudas no llegarán, que se quedarán cortas o no se utilizarán correctamente.

  • Approach Proteccionista. Crece entre las capas obreras de los países industrializados, que ven desmantelada su capacidad productiva por diversos factores, entre los que se encuentra la reducción de emisiones. Este malestar va en aumento y es el resultado de varias destrucciones creativas de diferente índole en nuestra capa industrial.


A favor


  • Approach Naive. Este es el primer approach a favor. En el se encuentran aquellos que sostienen que los combustibles fósiles deberían ser prohibidos con la mayor celeridad posible y que las energías renovables (solar y eólica) son la Gran Solución a todos los problemas. Pero esto no hace más que distorsionar los objetivos con los que se pretende atajar este enorme desafío. No se tiene en cuenta la necesidad de caminar hacia soluciones más verdes a través de una transición que nos evite caer un caos social. Tampoco se tiene en cuenta que las renovables solo atajan (y en parte) la generación de energía eléctrica, responsable tan solo del 27% de las emisiones… siendo el 73% restante generado en el proceso de fabricación de materiales de construcción como el acero, cemento, plástico, papel y aluminio (31%), en el transporte (16%), en la agricultura y ganadería (19%) y en la climatización y refrigeración (7%). Todas ellas industrias con pocas o nulas soluciones para producir sin emisiones de gases efecto invernadero…

  • Approach Emprendedor. Por último el approach greenme. Es un enfoque diferente, donde no solo se siga innovando en la reducción de emisiones con soluciones efectivas en técnica y coste, sino también en la ideación de tecnología de captura de carbono. Si no somos capaces de reducir a 0 las emisiones en el corto y medio plazo, capturémoslas. Ya existen soluciones (como Climeworks en Europa o Carbon Engineering en EEUU) que lo están haciendo, a pequeña escala y con altos costes, pero lo están haciendo. El proyecto Orca de Climeworks en Islandia hace, en cuestión de años, lo que la Tierra consigue en millones. En greenme creemos necesario que el approach sea efectivo, innovador, inspirador y comunicable y que otra manera de hacer negocios es posible.

Gracias por leernos. Si te ha gustado, no te olvides de compartirnos, por email, redes sociales, o aquí abajo en «enviar a un amig@» habilitado para ello.


Hasta la próxima semana.

3 visualizaciones

Comments


bottom of page